El papelín del Gobierno de Herrera en la depuradora

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En el número 542 del periódico “Gente en Burgos” se publica un artículo de la procuradora del PP Cristina Ayala titulado “El papelón del Gobierno de Zapatero en la depuradora” que no tiene desperdicio. Según la autora, todo el retraso acumulado se debe al Gobierno de España mientras que han sido un ejemplo en financiación y diligencia tanto el Ayuntamiento de Burgos como la Junta de Castilla y León especialmente.

No me propongo con esta respuesta defender a ultranza el honor mancillado de ningún Ministerio, entre otras cosas porque no tendría inconveniente alguno en reconocer tal o cual defecto o error en su actuación, pero no me parece tolerable una falta de objetividad tan descarada y un ocultamiento tan indigno de los datos más relevantes para valorar este asunto.

Es imprescindible decir, para empezar, que las competencias sobre todo el ciclo del agua, incluyendo la depuración, corresponden a los ayuntamientos y a la Junta en exclusiva. Es decir, si el Gobierno de España no aportara dinero alguno a nuestra depuradora, nadie podría reprochárselo, ya que las únicas administraciones responsables son Ayuntamiento y Junta. ¿Cómo pude ser entonces el responsable único del retraso?

Pero es que, además, la Sra. Ayala oculta todo lo importante. Hace unas semanas, el Gobierno de España y la Junta de Castilla y León han firmado un Plan de Calidad del Agua en el que acordaron una financiación para la ampliación de la depuradora de Burgos consistente en un 70% a cargo del Ministerio y el 30% restante a cargo del Ayuntamiento. Este 30% será, además, adelantado por el Gobierno, teniendo el Ayuntamiento un plazo de 25 años para devolverlo sin intereses. ¿Y la Junta? Cero zapatero. Pues bien, la Sra. Ayala alaba la aportación de la Junta y maldice la del Gobierno, mientras ironiza con un mal gusto verdaderamente lamentable sobre sus ministras.

Como no puede suceder que, siendo ahora procuradora en las cortes de Castilla y León y habiendo sido antes presidenta del Servicio de Aguas, ignore estos extremos, debo concluir confirmando mi convicción de que su artículo es un intento deliberado de distorsionar la realidad de las cosas.