Una candidatura de la sociedad

Compartir

Tres requisitos exige una candidatura democrática como la que tengo la responsabilidad y el honor de encabezar para el Ayuntamiento de Burgos. Uno es la capacidad de representación de sus componentes, otro su competencia y, por último, su coherencia y complementariedad.

La capacidad de representación se fortalece con la presencia de candidatos implicados y significativos en los distintos sectores u organizaciones de la sociedad civil. La competencia exige el conocimiento del funcionamiento del Ayuntamiento, del procedimiento administrativo y, sobre todo, de los problemas de la ciudad y de sus posibles soluciones. Finalmente, la coherencia y complementariedad se ponen de manifiesto cuando los candidatos disponen de un proyecto compartido, con objetivos y procedimientos muy definidos en todas las áreas de intervención y con un reparto de tareas acorde con las diferentes capacidades o discapacidades de cada uno. No sobra decir que, tanto de las unas como de las otras, estamos todos muy bien dotados.

El resultado será un equipo que, con lo mejor de cada uno, multiplicará la eficacia del conjunto. Pues bien, en mi opinión, estos tres requisitos están cubiertos con creces en la candidatura que el PSOE de Burgos presenta a las elecciones municipales próximas.

Es muy patente, desde luego, la presencia destacada de representantes de la sociedad civil organizada: economía, mundo del trabajo, mujer, educación, sanidad, servicios sociales, discapacidad, inmigración,... Se trata de que la sociedad invada la política y la ponga a su servicio. La política sólo vale cuando sirve a la sociedad, y la sociedad no funciona sin buena política.

Es una candidatura muy diferente de la anterior, pero no por ello pierde un ápice de la experiencia y el conocimiento que nuestro partido viene acumulando. La mitad de los concejales actuales seguimos en la brecha. Estos criterios compartidos harán coherente nuestra actuación: austeridad, rigor, fin de la arbitrariedad, objetividad en la adjudicación de contratos, participación ciudadana, cuidado y mantenimiento del centro histórico, prioridad de las intervenciones en los barrios, políticas sociales, desarrollo económico sostenible, ciudad verde, saludable y educadora, capital de la cultura, de la evolución, de la autonomía personal y de la igualdad. Promover esto es darle un giro radical a la situación actual.

Para conseguirlo, no pedimos el poder, sino ofrecer a quienes creen que otro Burgos es posible nuestra candidatura como instrumento al servicio del cambio que desean. Para eso nos ponemos a su disposición. Hacer las cosas de otra manera es posible.